julio 24, 2020
Sobre el periodismo, la mentira y la violencia “plus size”
La tapa de la revista Caras, que discrimina a la hija de 16 años de Máxima Zorreguieta, generó repudio inmediato. ¿Qué venden los medios? Sigue leyendo
Treinta años atrás, a la par que estudiaba Ciencias de la Comunicación en la UBA y leía “El medio es el mensaje” (Marshall MacLuhan) o “Construir el acontecimiento” (Eliseo Verón), era becaria en una revista «femenina» que ya no existe. Mi trabajo era inventar cartas que supuestas lectoras enviaban a la redacción para que peluqueros, pediatras y veterinarios varones despejaran sus recurrentes dudas de mujeres. Cuando la editorial lanzó su revista de celebrities me llamaron para colaborar. Eran los 90, Los famosos ostentaban vidas glamorosas. Había casas alquiladas para la ocasión. Una ilusión. Como mi primera nota y las gotas de transpiración sobre el cuerpo de Juan Darthés, que eran agua de la regadera del balcón, y el texto publicado, tan distinto al que había escrito yo. Después vinieron las peleas de “las chicas del caso Coppola” (Samanta Farjat y Natalia de Negri) en el programa de Mauro Viale en aquel verano del 97. En el estudio de televisión había lágrimas, gritos e insultos hasta que llegaba el corte y todo era sonrisas.
El contrato de comunicación
Está el periodismo, está la ficción, están las historias basadas en hechos reales, ¿cómo se llama al pseudoperiodismo basado en hechos no reales? Hay programas y publicaciones destinadas a imponer “tendencias” y promocionar productos y consumos sin ningún límite ético ni moral. Como las publicidades, pero en las publicidades el contrato con la audiencia es claro. Los medios de comunicación deben ser responsables. ¿Vale la pena vulnerar derechos de niños, niñas y adolescentes para contar la “escandalosa” separación de tal pareja y su pelea por los hijos? ¿Vale la pena mostrar “las colas del verano” sabiendo que es pura cosificación? ¿Vale la pena repetir videos de robos, abusos y asesinatos que reproducen violencia?
El repudio por la tapa violenta y discriminatoria que hizo la revista Caras con la hija de 16 años de Máxima fue inmediato. Argentina tiene varias generaciones de adolescentes enfermas de bulimia y anorexia, de chicas que pedían operarse como regalo de 15 años. La artista Lala Pasquinelli creó el proyecto “Mujeres Que No Fueron Tapa” para mostrar los estereotipos en los medios, desnaturalizarlos y hacer visibles a las mujeres que hacen. ¿Será que no es negocio?
- Texto: MARIANA IGLESIAS (CLARIN.COM)
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