marzo 20, 2017

Los sindicatos declaran la primera huelga nacional contra Macri

La CGT parar谩 el 6 de abril, aunque no habr谩 movilizaci贸n en la calle Sigue leyendo

PARO

Acto de la CGT frente al Congreso Nacional en Buenos Aires

El peronismo sindical paralizar谩 Argentina el pr贸ximo 6 de abril. Al menos eso han prometido los l铆deres de la Confederaci贸n General del Trabajo (CGT) tras el anuncio de una huelga general de 24 horas, la primera que declaran al presidente Mauricio Macri, en el poder desde hace 15 meses. Macri deber谩 lidiar con una l贸gica de protesta que fue el azote de sus antecesores no peronistas, como Ra煤l Alfons铆n (1983-1989) o Fernando De la R煤a (1999-2000). Ambos se fueron antes de tiempo. Consciente de ese peligro, Macri acord贸 una tregua con el sindicalismo que se rompi贸 en el inicio del a帽o, cuando se hizo evidente que se demoraba la reactivaci贸n econ贸mica prometida por la Casa Rosada. El anuncio de la CGT coincidi贸 con una mejora en el 铆ndice oficial de desempleo. Durante el 煤ltimo trimestre del a帽o, el porcentaje de argentinos sin trabajo se redujo del 9,2% al 7,3%, aunque la cifra oculta que la tasa de actividad econ贸mica ha ca铆do del 46% al 45,3%.

La CGT ha elegido bajo presi贸n la fecha de la huelga general. Una masiva manifestaci贸n organizada por la Confederaci贸n el 7 de marzo pasado termin贸 con sus l铆deres apedreados por grupos radicales que le exigieron precisiones y no solo amenazas. Las diferencias sobre la mejor estrategia de confrontaci贸n al Gobierno amenazaron incluso con fracturar en dos a la central sindical, entre aquellos que impulsan la mano dura y los grupos considerados 鈥渄ialoguistas鈥, representado por el triunvirato que lidera la CGT. 鈥淓n estos 15 meses tratamos de reclamar con responsabilidad, m谩s all谩 de los incumplimientos de este Gobierno en la mesa de di谩logo. Pero estamos en la necesidad de dar una respuesta a los sectores que representamos鈥, admiti贸 Carlos Acu帽a, miembro de la dirigencia de la CGT, al anunciar la huelga en una rueda de prensa.

ESCUELAS CERRADAS

Los maestros de todo el pa铆s pararon ayer por segundo d铆a consecutivo para exigir aumentos salariales. Los gremios realizados manifestaciones en las principales ciudades, la m谩s importante de ellas en La Plata, capital de Buenos Aires. Unos 50.000 docentes, a los que se sumaron otros trabajadores estatales, exigieron una subida de sueldos del 35%, por encima del 18% que ofreci贸 el gobierno provincial. Los gremios docentes, que llevan ocho d铆as en huelga, advirtieron que est谩n dispuestos a dar batalla hasta el final a la gobernadora Mar铆a Eugenia Vidal, la pol铆tica con mejor imagen de la administraci贸n macrista.

Vidal sostiene que ya no puede ofrecer m谩s dinero a los docentes porque las arcas provinciales est谩n vac铆as. Su estrategia fue entonces intentar al menos una disminuci贸n de la adhesi贸n a la huelga con un premio salarial extra a aquellos maestros que decidieron dar clase. Los gremios provinciales redoblaron entonces la apuesta con la extensi贸n del paro hasta este viernes y el apoyo a la huelga nacional de maestros convocada para el 22 y 23 de marzo.

La realidad social que plantean los sindicatos peronistas difiere de la oficial, un mapa que no tiene puntos de coincidencia. Donde la Casa Rosada ve nuevos puestos de trabajo y mejores oportunidades de negocios, la CGT ve despidos y la apertura de importaciones en sectores industriales sensibles. 鈥淗emos perdido 52.000 puestos de trabajos en la industria, cayeron tambi茅n en el sector agropecuario, en el sector minero. Queremos que el plan econ贸mico nos incluya a todos y por eso vamos a parar el d铆a 6 de abril por 24 horas鈥, plante贸 H茅ctor Daer, otro miembro del triunvirato. La protesta no incluir谩 movilizaciones de calle, sino s贸lo 鈥渓a inasistencia a los puestos de trabajo鈥, aclar贸 el dirigente.

La estrategia del Gobierno para neutralizar a los sindicatos peronistas ha sido, hasta ahora, liberar fondos a los seguros m茅dicos controlados por los gremios y la firma de un pacto que deb铆a paralizar los despidos durante enero y febrero. Pero la CGT consider贸 que las empresas no cumplieron con este 煤ltimo punto y denunciaron que algunos sectores de la industria, como el calzado y los juguetes, agonizan. Se opone, adem谩s, al techo de 18% de aumento que el Gobierno ofrece a los maestros de la provincia de Buenos Aires, el principal distrito del pa铆s y en huelga desde hace una semana.

Macri ha empezado a sentir la presi贸n de la calle, luego de un a帽o de relativa paz social. Los grupos piqueteros, que representan a aquellos que han quedado fuera del mercado de trabajo, cortan cada d铆a las principales avenidas y accesos a Buenos Aires, los maestros se encuentran en una negociaci贸n salarial sin final a la vista y la CGT ir谩 ahora a la huelga. Los 鈥済ordos鈥, como se llama a los l铆deres sindicales peronistas, han sumado a la protesta a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que agrupa a empleados estatales y docentes, adem谩s de organizaciones sociales de izquierda. El Gobierno ve detr谩s de esta escalada al peronismo y, sobre todo, al kirchnerismo, al que acusa de alimentar las demandas para forzar una salida anticipada de Macri. En el fondo est谩 la tesis de que no hay presidente no peronista que haya logrado terminar su mandato desde el regreso a la democracia en 1983.

La Casa Rosada tendr谩 ahora tres semanas para intentar destrabar la huelga del 6 de abril, aunque ya no tiene mucho para ofrecer a cambio. Macri ha dicho que el rumbo econ贸mico es inamovible y durante la reinauguraci贸n de una planta de PSA Group (Peugeot-Citro毛n) en las afueras de Buenos Aires pidi贸 paciencia. La econom铆a, dijo, 鈥渆mpez贸 a dar sus primeros pasos鈥, pero admiti贸 enseguida que 鈥減ara mucha gente no arranc贸, porque hace 20 a帽os que no arranca禄.

La protesta sindical se enmarca en un escenario de cifras negativas para el oficialismo, con 铆ndices de inflaci贸n r茅cord (40% en 2016), una pobreza que no cede (creci贸 en 1,5 millones de personas entre enero y diciembre del a帽o pasado) y alta desocupaci贸n. El 铆ndice dado por el Indec, la oficina de estad铆sticas del Estado, determin贸 que entre octubre y diciembre de 2016 el porcentaje de desocupados cay贸 casi dos puntos con respecto a los tres meses anteriores, pero la cifra oculta que hubo una ca铆da de la tasa de actividad de 0,7%. Esto significa que se registraron menos desocupados porque m谩s gente 鈥渟e refugi贸 en la inactividad鈥 y ya no busc贸 trabajo.

  • Texto: FEDERICO RIVAS MOLINA (EL PAIS)
  • Foto: EFE
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