noviembre 16, 2015
Kornblihtt: “El kirchnerismo estuvo a la izquierda de la media argentina”
El biólogo molecular apoya al oficialismo aunque asegura que no es la revolución socialista ni logró el fin de la pobreza. Sigue leyendo
Alberto Kornblihtt (Buenos Aires, 1954) fue llamado el “Messi de la ciencia” por la prensa de Argentina cuando en 2011 se convirtió en el sexto argentino en ingresar a la Academia de Ciencias de EE UU. Biólogo molecular y catedrático de la Universidad de Buenos Aires, es uno de los 6.000 científicos de carrera y becarios que han firmado manifiestos de apoyo al candidato presidencial oficialista, Daniel Scioli, tras el impulso que 12 años de kirchnerismo han dado a la ciencia y que hasta la oposición reconoce.
Pregunta. ¿Cómo ve a Argentina frente a estas eleccciones?
Respuesta. Los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner son los mejores que he vivido. Esto no es la revolución socialista, esto no es el fin de la pobreza, pero son gobiernos que han llevado a cabo medidas y posicionamientos que coinciden muchísimo con lo que yo quería cuando era militante comunista joven. Estos gobiernos estuvieron a la izquierda de la media de la población argentina. Muchas de las cosas que hicieron molestaron profundamente a ciertos sectores de la derecha y eso ha llevado a una campaña de desprestigio por lo más obvio, que es la corrupción, el no diálogo, cosas que son una especie de cáscara que esconde que lo que no le gusta son medidas de cambio social real.
P. ¿Y entonces por qué parece que va a perder el kirchnerismo?
R. Las razones por las cuales puede perder Scioli son múltiples. Si gana Macri, va a haber un giro a la derecha, en el plano económico y en muchos otros aspectos, pese a que ahora Macri aparezca como un lobo disfrazado de cordero.
P. Macri dice que la política científica es de las mejores cosas del kirchnerismo y que la respetará.
R. Todo va a depender del ajuste económico que él practique y cuánto lo va a trasladar a la educación pública, a la ciencia y a la tecnología. Si él tiene un plan por el que tomará crédito internacional, con los condicionamientos que impone, disminuirá el rol del Estado. Es lo que le van a imponer los bancos.
P. ¿Por qué todo el mundo destaca la política científica?
R. Los fondos estatales son fundamentales, pero los Gobiernos de Néstor y Cristina tomaron como suyo el tema de un desarrollo económico independiente y, por tanto, un apoyo a la ciencia y tecnología. Eso tiene que ver con la valoración de la intelectualidad, de la generación del conocimiento, del rol de la universidad pública.
P. ¿Cómo está la ciencia argentina?
R. Nuestro país tiene una larga tradición científica y durante la época del menemismo (1989-1999) y De la Rúa (1999-2001) hubo un ajuste feroz, estuvo cerrada la carrera de investigador, había muy pocas becas. Cuando vienen estos Gobiernos abren la carrera, aumenta la cantidad de becas, aumenta la producción de doctores y se regulariza la provisión de subsidios para investigación, si bien están un poco devaluados. Por supuesto que seguimos siendo la periferia, pero somos una periferia posible. Hay varios grupos de investigación que han generado novedades sobre todo en el área de la biomedicina, como los grupos de Gabriel Rabinovich y Hugo Luján, de Raquel Chan en la agricultura, y está el apoyo a proyectos como el Arsat (empresa de satélites) o como el Invap (compañía de tecnología nuclear), que la derecha ha ninguneado olímpicamente.
P. ¿Temen que eso se acabe con un nuevo gobierno?
R. Tengo miedo, pero mi miedo mayor no está ahí, sería muy mezquino calificar en virtud de lo que pasaría en ciencia y técnica. Me importa lo que pasa en todo el país.
P. La educación argentina ha dejado de liderar en Latinoamérica en las últimas décadas…
R. Yo estudié siempre en el universo estatal, y la diferencia es que el acceso a la educación es mucho más masivo ahora que en los años 60. La asignación universal por hijo (creada en 2009) obliga a escolarizar, hay una ley que hace obligatorios los tres primeros años de la secundaria y eso implica una incorporación a la escuela de un montón de sectores que económicamente son más bajos que cuando en los años 60 iba una clase media acomodada. Esa masividad tiene sus consecuencias, además de que hay un deterioro de la educación en todo el mundo.
P. Pero en otros países latinoamericanos también hubo aumento de cobertura y de la calidad…
R. Es posible. El peor escalón de la educación argentina es la escuela secundaria.
P. ¿Por qué cree que una mayoría de la población que ha acompañado a este gobierno 12 años ahora parece que le da la espalda?
R. En primer lugar hay desgaste, en segundo lugar hay una muy fuerte acción mediática. Vamos a poner un ejemplo: la corrupción existe en este gobierno, en los gobiernos socialistas y de derecha de España, en todas partes. Estoy de acuerdo en que la corrupción que es algo malo, pero si se quiere perjudicar a un gobierno lo primero que se va a decir es que es corrupto y se van a hacer denunciar constantes que a larga son incomprobables.
P. En los últimos años no ha se resuelto el tema de la pobreza y hubo estancamiento económico.
R. Hay una crisis en todo el mundo. No sé qué sería si no se hubieran tomado las medidas que se tomaron.
P. ¿Argentina puede volver al neoliberalismo?
R. Volveríamos a una normalidad. (Ricardo) Forster escribió un libro que se llama La anomalía kirchnerista. Sí, volveremos a una normalidad en la cual claramente yo seré oposición, como he sido toda la vida.
P. ¿Qué quedará del kirchnerismo?
R. Espero que muchas medidas queden como políticas de Estado…
P. ¿Cuáles?
R. Anulación de las leyes de impunidad, nietos recuperados, gratuidad de la enseñanza de grado, matrimonio homosexual, ley de femicidio, ley de personal doméstico, ‘estatización’ de las AFJP (administradoras de fondos de jubilación y pensión), una Aerolíneas Argentinas que anda perfecta, la ley de trata, el Arsat, el Invap, la TV Pública. Se han hecho entre nuevos y acondicionados 190.000 metros cuadrados de edificios para la ciencia y la tecnología.
P. ¿Cómo ve el estado anímico de su país?
R. No tan mal, hay una irascibilidad en general pero no me gusta generalizar sobre los pueblos porque es una estigmatización. Cristina se ha ganado algunos enemigos que no debería haberse ganado, hay sectores objetivos de la clase media que ella no debería habérselos puesto como enemigos porque objetivamente no se van a beneficiar con las políticas de Macri.
- Texto: Carlos E. Cué y Alejandro Rebossio (El País)
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