octubre 4, 2018
«Es un mito que las niñas sean peores que los niños en matemáticas»
Javier Arroyo: educado en cuatro países, habla cinco lenguas y recientemente ha sido nombrado Eisenhower Fellow por el Congreso de EEUU Sigue leyendo
Javier Arroyo, creador de un proyecto educativo por la igualdad de género en matemáticas
El informe Pisa muestra que las niñas en general sacan mejores notas que los niños… excepto en matemáticas. ¿Por qué se les atraganta esa materia?Obviamente no hay ninguna predisposición genética, se trata del entorno, de la cultura. Un estudio de la revista Science revela que a partir de los 6 años las niñas empiezan a verse a sí mismas menos inteligentes y brillantes que los niños, especialmente en matemáticas. Y si las niñas se ven menos capaces acaban interiorizando que lo son y la profecía de que son peores en matemáticas acaba cumpliéndose.¿Eso se traslada a la educación universitaria?Sí, claro. Hay una fuga de talento enorme. Los trabajos mejor pagados, además, van a estar en ciencia y tecnología y ahora en informática apenas hay un 10% de chicas. Si queremos acabar con la brecha salarial, deberíamos empezar por demostrarles que esos grados son muy atractivos. En Smartick tenemos a muchas niñas crack que son precisamente hijas de ingenieros.¿Influye también el que haya pocos referentes femeninos en las áreas de ciencias?Sin duda, casi todos los referentes en tecnología, matemáticas, ingeniería son masculinos. Aunque tampoco entiendo por qué una niña no puede aspirar a ser Bill Gates. De todas formas, darles esos ejemplos y referentes, que existen aunque más ocultos, también es responsabilidad de madres, padres y docentes, una profesión que es muy femenina.¿Los padres contribuimos de algún modo a trasmitir esa falsa creencia de que las niñas son peores que los niños en matemáticas?Un error de muchas madres es decirles a sus hijas que a ellas también se les daban muy mal las matemáticas. Sin darse cuenta, transmiten a las niñas la ansiedad y la frustración que les generaba esa materia, son muchos los estudios que así lo corroboran. Es responsabilidad de todos, cada uno en su metro cuadrado. No podemos quejarnos y esperar a que otros hagan el trabajo de educar a nuestros hijos.Smartick, el método online que usted y su socio Daniel González de Vega han ideado, demuestra que las niñas y los niños están igual de dotados para las matemáticas, ¿no es así?Sí. Smartick está presente en 100 países y ya han pasado por el método 32.000 niños. Cada día nuestros alumnos resuelven medio millón de ejercicios de matemáticas. Los resultados muestran que es un mito que los niños sean mejores que las niñas en matemáticas. Ellas son tan buenas como ellos.Smartick ha recibido numerosos premios. El Instituto de Tecnología de Massachusetts, el famoso MIT, les seleccionó el año pasado como una de las 15 ‘startups’ con mayor potencial de crecimiento del mundo. ¿Qué tiene de especial?Nuestro programa cuenta con inteligencia artificial propia que por un lado evalúa el nivel del alumno y por otro compone un plan de estudios único para cada niño, para que trabaje 15 minutos diarios en las áreas concretas que necesita reforzar. Ese plan de estudios además se va modificando en tiempo real a las exigencias del alumno, los ejercicios se van adaptando en tiempo real a sus necesidades, haciendo hincapié en la lógica y razonamiento.¿Tiene usted hijas?Una hija y un hijo. La niña ha hecho ahora 15 años, el niño tiene 13.Confiese: uno de los motivos por los que creó Smartick fue para que su hija no tuviera desventaja en las matemáticas…Totalmente.¿Y lo ha logrado?Sí. Va muy bien.¿Por qué son importantes las matemáticas?Por muchos motivos. Uno de ellos es que en el futuro la mayoría de los nuevos trabajos, y sin duda los trabajos mejor remunerados, van a tener a las matemáticas como base: tecnología, análisis de datos, robótica, ciencia, investigación… Pero sobre todo, niños con buenas matemáticas serán futuros ciudadanos mejor informados y menos manipulables.
- Texto: IRENE HERNÁNDEZ VELASCO (EL MUNDO)
- Foto: BERNARDO DIAZ