febrero 24, 2016
El subcomandante Marcos, libre de cargo después de 20 años
La Justicia mexicana suspende las órdenes de arresto contra el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional Sigue leyendo
La Justicia mexicana ha desistido de las acusaciones penales contra el subcomandante Marcos y 12 miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), según ha anunciado en un comunicado el Consejo de la Judicatura Federal. Durante 21 años, el líder zapatista fue señalado por delitos como sedición, motín, rebelión, terrorismo, apología del delito y portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército.
Este martes, el juez Juan Marcos Dávila Rangel del Estado de Chiapas ordenó sobreseer la causa penal contra los 13 zapatistas porque, de acuerdo a la ley penal de Chiapas, los delitos de los que se les acusaban han prescrito. Por lo que las autoridades ya no pueden cumplir con las órdenes de arresto que existían en contra del subcomandante. La ley local considera que cuando no existen acciones por parte del Ministerio Público durante la mitad del tiempo que duraría la pena por lo delitos, el caso debe ser cerrado.
De todos los delitos de los que el guerrillero fue acusado en febrero de 1995, el de mayor gravedad y pena es el de terrorismo. La pena por terrorismo en México puede ser de hasta 40 años de cárcel. Tras 21 años, la Justicia ha dejado atrás los señalamientos contra Marcos. “Ha transcurrido el término que establece la ley para que opere la prescripción de la acción penal que pudiera ejercer la representación social de la Federación”, apunta el comunicado.
El subcomandante Marcos encabezó el 1 de enero de 1994 el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas (sur de México). La movilización demandaba el respeto a los derechos humanos y políticos de los pueblos indígenas, ignorados por el Gobierno mexicano durante décadas. La rebelión consiguió hacerse del control de varias comunidades —que todavía mantienen una especie de autogobierno— y después de varios meses de negociaciones con el Gobierno mexicano cedió al desarme.
La identidad del subcomandante Marcos fue revelada en 1995 por el Gobierno del expresidente Ernesto Zedillo. Bajo el pasamontañas y la pipa se ocultaba Sebastián Guillén, un profesor universitario que confesó alguna vez a la prensa que trabajó en El Cortés Inglés y fue vendedor ambulante en Madrid. Hermano de Paloma Guillén, diputada federal por Tamaulipas y ferviente militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido del Gobierno. Sin embargo, las causas penales contra el subcomandante Marcos nunca incluyeron su nombre real. Tanto en las montañas como en el juzgado, hasta el día de hoy, se le conoce como El sub.
- Texto: Sonia Corona (El País)
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