marzo 8, 2024
Carrera: «Si logran estabilizar la política, hay posibilidades que el plan de Milei salga bien»
Jorge Carrera es uno de los economistas más respetados por sus colegas. En una entrevista con LPO, el ex vicepresidente del Banco Central no descarta que en marzo o abril, Milei vaya a una dolarización. Sigue leyendo
Jorge Carrera tiene esa paciencia para abordar las preguntas que sólo se consigue con años de docencia. Amable y equilibrado, es un rara avis en el mundo de los economistas. Bastante ortodoxo dentro de la heterodoxia, escribió un libro con Federico Sturzenegger y fue vicepresidente del BCRA durante el gobierno de Alberto Fernández. En una entrevista con LPO, Carrera habló de una «sobredosis» de ortodoxia en el plan de Milei, pero destacó que las medidas tienen una cierta lógica interna y pueden lograr el objetivo de bajar la inflación.
– ¿Hay un plan de estabilización en marcha?
– Es un plan de estabilización, así lo reconoció el FMI, más allá de lo que llamo la incertidumbre fundamental que es hacia donde quieren ir. Sin dudas la idea de estabilizar la economía tiene una centralidad insoslayable en la definición de sus anclas. Sin embargo, es un plan de estabilización raro, particular, con rasgos propios respecto a la literatura económica o a la experiencia histórica de los planes de estabilización que acredita la economía argentina.
– ¿Cómo lo describirías?
– Es una terapia de shock, no es gradualismo. Pero no es sólo un shock. Esta terapia vino con una sobredosis en las medidas que se toman. Doy como ejemplo la devaluación inicial, que fue mucho más fuerte que la que hubiera llevado a cabo que otros actores que podían haber ganado: estoy pensando en Melconian, en Hernán Lacunza, Massa mismo. Esta devaluación generó una sobredosis de inflación sobre un nivel de precios que estaba reprimido, con más costos que beneficios. Hay un cierto problema con el pass through, o sea, el trasvasamiento a precios que hay cuando vos hacés una devaluación del cien por cien no es el mismo que cuando hacés una devaluación del sesenta por ciento. Es un error en el diseño. Como en toda terapia quedarse corto es un error, pero pasarse de la dosis puede arruinar todo el proceso. Hay varios ejemplos en Argentina.
– Pero el gobierno pudo comprar USD 7.000 millones gracias a la devaluación….
– Es la misma cantidad que hubieran obtenido con un dólar a 650 pesos. Los dólares que se están liquidando ya estaban. Son los que se le retacearon a Massa, como pasa siempre que hay un gobierno de salida, excepto que haya cosas tentadoras para ofrecer como hizo Macri en noviembre de 2019 cuando regaló las retenciones. Además ese número se alcanzó porque lo otro que hicieron, que si lo hubiéramos hecho nosotros hubiese sido una salvajada, es decir: no pago más las importaciones, vamos a esperar. Y las nuevas se van a pagar en cinco, diez cuotas. Cuando eso se vaya normalizando vas a ver que el Central suma menos reservas. La idea de ellos es calzarlo en marzo, cuando empiecen a liquidar la soja.
– Ese proceso podría haber sido más amable con el swap de China? ¿Qué tan grave es para la Argentina la suspensión de ese respaldo?
– Han metido la pata ahí, porque si hubieran seguido un poquito lo que habíamos conseguido, estaban estos 6.500 millones de dólares adicionales que nos iban a dar.
– Se los iban a dejar a Milei…
– Es que eran para Milei o para Melconian. Los chinos habían dicho, para qué se los voy a dar a Massa ahora; si gana se los doy cuando gana, y sino se los doy al que llegue. Y el que llegó es un señor que los ataca, que recibe pan dulce de Taiwán. Se perdieron 6500 millones de dólares segurísimos por 15.000 millones que ¿vos los viste? ¿Dónde están los 15.000 millones que nos iban a dar con un repo del Bank of America o los qataríes?
– Como sea, volvió a crecer la brecha y ahora hay dudas sobre si el campo liquidará la cosecha gruesa con esta distancia entre el dólar oficial y los financieros…
– Vos generaste una gran inflación que nos genera una gran duda respecto de qué va a pasar en marzo y en abril. Porque esa inflación enseguida te está comiendo la supercompetitividad que obtuviste y cuando llegue el momento en que vienen los dólares, porque los dólares van a llegar, la gente va a estar mirando un tipo de cambio real que si llega a estar en este nivel en abril vas a estar en problemas, porque las cerealeras, las conocemos, no tienen patria, no tienen corazón. Es probable que en marzo y en abril algo te liquiden porque hay que pagar deudas, pero que te desarmen las posiciones para liquidar los granos, pasarse a pesos, quedarse en pesos, que es lo que necesitas, enfrenta un error de diseño porque vos devaluaste y en lugar de fijar decís voy a hacer un croll del dos por ciento, que es poco creíble, que es la forma en que trataron de usar el ancla cambiaria.
– El gobierno asegura que el equilibrio fiscal va a contener lo que definís como «exceso» de inflación
– El déficit fiscal y su financiamiento monetario tiene un impacto fuerte en la inflación y en este sentido se posicionaron sobre el gasto de una manera super contundente. En el orden fiscal la intención del gobierno es creíble. Aunque, hay mucho gasto (obra pública, provincias) pisado, que es una acción para ganar tiempo, que no puede durar. La principal duda respecto al ancla fiscal es la sostenibilidad en el tiempo. Porque el programa económico se completa con recesión y disciplinamiento salarial para contener precios por el lado de los costos. Pero esa recesión, en un sistema recaudatorio tan procíclico como es el argentino, va a provocar que todos los días 2 de cada mes, empieces a ver que la recaudación cae. Entonces el ancla fiscal va bien porque vos cortaste los gastos, venías con la inercia recaudatoria de los meses anteriores pero ahora vas a empezar a ver que la recaudación en términos reales te empieza a caer. En enero, febrero, marzo, te va a caer ganancias, IVA, débito. Te van a caer casi todo salvo combustible y el impuesto país. Entonces ahí vas a ver realmente cuánto te cuesta cumplir el déficit. ¿Qué vas a hacer si te cae la recaudación? ¿Vas a aumentar más impuestos? ¿reducciones adicionales del gasto? Esa combinación puede hacer colapsar la convergencia fiscal.
-¿Es inconsistente el programa económico?
– Creo que el programa tiene una cierta lógica, no es tan improvisado como se dice, la idea de base es la licuación. Porque este ajuste fiscal vía licuación se combina con un ajuste monetario. Un ajuste monetario muy raro, porque no es la cosa moderna que es voy a poner la tasa de interés bien alta, como quería el FMI durante estos cuatro últimos años. Lo que se hizo es un programa al viejo estilo de agregados monetarios, que busca achicar la cantidad de dinero en la economía. Sea la base monetaria, sea los depósitos a la vista y sea los plazos fijos. Y bajaste la tasa para ser coherente con eso, porque ni siquiera querés que se genere mucha emisión endógena por el pago de Leliqs o de pases. Si vos ves los gráficos de las bases monetarias estamos en niveles realmente bajísimos y en todos los agregados monetarios. Y eso te hace tener alguna duda si no estarán pensando, en el fondo, en una dolarización.
– En qué sentido esto puede ser la primera fase de una dolarización?
– Están preparando el camino, en lugar del discurso de Milei en las Paso, que era «voy a meter un tipo de cambio muy alto que es lo que necesito para cambiar todos los pesos de la economía», lo que han hecho en estos meses es destruir pesos a una velocidad espeluznante. La base monetaria actual es 10,1 billones, y era la misma que tenías el día que entregamos el gobierno. Tenés 60 días de inflación galopante y la base monetaria es la misma.
– Si vemos que el gobierno tiene por delante el desafío de una nueva devaluación y la tentación permanente de dolarizar ¿Es posible que, como se comenta en el propio gobierno, en marzo o abril levanten el cepo, unifiquen el tipo de cambio y ahí se produzca la «ultima» devaluación, como un paso previo a la dolarización?
– Es probable. Otra posibilidad es que en ese momento estemos en una situación muy caótica en que el tipo fugue hacia adelante y se intente una dolarización desordenada.
-¿Cómo sería eso?
– El propio Milei lo dijo el otro día. Dijo «la gente de Ecuador me pasó (no sé con quién habla) unos papeles que no pude leer, que dicen que estamos en condiciones con todo lo que compró el Banco Central de hacer la dolarización como la hicieron ellos. Ahí hay dos cosas: una, es inexorable otra devaluación. Nosotros con un dólar a 650 también hubiéramos necesitado una segunda devaluación, pero ahí la habríamos llevado a 800. Como sea, es probable que tengamos una nueva devaluación, un poco menor, y en ese momento vas a ver que los agregados monetarios van a estar muy pequeños en términos del dólar oficial y es probable que puedas hacer una unificación o casi una completa unificación.
– ¿Pero si hacen eso no hay riesgo de un nuevo fogonazo inflacionario?
– Fogonazo va a haber. No se si en la intensidad de este, pero otra vez: ¿En qué contexto político lo hacés? ¿De reseteo del gobierno? ¿De take over de Macri? ¿Con el mismo ministro? ¿O un segundo equipo?
– ¿Si se produce esa nueva devaluación la gente no podría pensar «che, de nuevo, qué pasó, fracasaron»?
– Creo que ese es el riesgo mayor. Por eso, es más interesante, en vez de pensar una devaluación para seguir con lo mismo y el croll, que el tipo diga acá yo estoy jugado, tengo que ganar las elecciones del 25, necesito resultados. Hago la dolarización, me juego al modelo ecuatoriano que, es cierto que bajó la inflación. La otra, que sería lo más sensato y también va con su lógica, sería intentar una convertibilidad. Eso es más fácil porque lo único que tenés que hacer es mantener el bimonetarismo, poner un tipo de cambio fijo, ahí sí relativamente alto y creíble, pero no tendrías que cambiar los títulos de deuda en pesos por deuda en dólares, que es el principal interrogante sobre la dolarización. Hay que acordarse que la convertibilidad Cavallo la hizo en abril, justamente por la cuestión que nosotros tenemos el Weather Business Circle, o sea la soja, y es cuando tenés más dólares.
– Volvamos al presente: ¿Se trata de un programa deliberadamente recesivo?
– Para responder eso alcanza con ver la última revisión del FMI que pasó de un crecimiento estimado del 2.8% a una caída similar, explicada exclusivamente por el cambio de política económica. Pero puede ser peor, de hecho el REM te está marcando una caía del 4%. Y lo que es inentendible del documento del FMI, es el crecimiento del 5% que estiman para el 2025, es de un optimismo maravilloso, me pregunto de dónde sale eso.
– Es sostenible en términos políticos esa apuesta a la recesión?
– Las anclas fiscal, monetaria y recesiva tienen una cierta coherencia. El tema es el interrogante sobre la cuarta ancla, que es fundamental y ustedes lo marcan siempre, que es el ancla política. En todos los programas de estabilización vos tenés un ancla política que es importantísima. Por ahí no lo ponés en el libro de texto, pero cuando vas a mirar distintos planes de estabilización que han funcionado, acá y en el exterior, el ancla política es un elemento fundamental para consolidaros. Para sostener el ancla fiscal y cortarle el financiamiento a los gobernadores, a la obra pública, para el disciplinamiento salarial, tenés que tener solidez política para bancar, porque hay que atravesar ese periodo.
– ¿Conoces alguna experiencia de un plan de estabilización que haya funcionado con este nivel de espalda política?
– He visto muy pocas estabilizaciones con un poder político tan bajo. Tal vez el Plan Primavera, pero me parece que estaba hecho para sobrevivir ese periodo. Es cierto que este plan tiene varios elementos razonables: aumentar las retenciones hemos aprendido que es lo que hay que hacer, repensar el impuesto a los ingresos personales, ganancias, es una discusión que está bien, hay que ser honestos. Pero sigo pensando que haberlo hecho con este grado de sobreactuación es contraproducente para la propia ancla política del sistema. Son tan fuertes los efectos que van a empezar a causar que te conspiran para que sea sostenible. Y si los operadores económicos no creen que tenés una sostenibilidad política clara, ahí ya te empiezan a fallar las anclas.
– ¿Cómo se explica el apoyo de sectores perjudicados por el escenario recesivo como la Unión Industrial Argentina o la Cámara de Comercio?
– Argentina tiene una sociedad con una dirigencia tremendamente ideologizada. Eso se combina con sectores muy favorecidos por esta política, que tienen dominancia en las cámaras empresariales, como el sector de hidrocarburos o la producción de alimentos para la exportación.
– ¿Puede funcionara la economía destruyendo los salarios?
– No cabe dudas que hay que poner el foco en la evolución del salario. Los datos que publicó la cartera de trabajo (RIPTE) son alarmantes: están en su nivel más bajo desde 2003 y cayendo.
– Es posible que se sume a esto un regreso del problema de la desocupación?
-Lo vamos a volver a ver. Fue un logro del gobierno anterior muy poco valorado, la baja de la desocupación. Se entregó el mando con una desocupación del 6.2%, la más baja desde 1991 previo a la convertibilidad. Lo que viene es jodido, porque la inflación es muy homogénea, porque todos nos quejamos de la inflación. Con la desocupación te va a pasar como con la convertibilidad, dicotomiza mucho. En la convertibilidad los que habían perdido el trabajo se sienten completamente excluidos y los que lo mantienen agradecen a Dios, a las fuerzas del cielo, lo que sea. Es muy noventoso lo que nos puede pasar en el mercado laboral.
– El gobierno actual dice que vivíamos en una fantasía…
– Si a eso se refiere a subsidios y transferencias, efectivamente había que mejorar. Nuestro sistema necesitaba una corrección importante que Sergio Massa estaba llevando en los primeros meses de su gestión. Creo que la suerte que va a tener Milei es que va a tener una buena cosecha, 20.000 millones de dólares más, es un montón de plata. Eso solo de agro y además 5.000 millones que se va a ahorrar de gas, más el que se empiece a exportar y sobre todo muchísimo petróleo que vas a poder exportar, litio que vas a poder exportar. Había posibilidades y hay posibilidades de hacer esta transformación gradualmente. El problema es que tenemos una sociedad que nos cuesta hacer las transformaciones graduales. Nos hemos perdido una gran oportunidad. Ahora lo vamos a hacer a los cachetazos. Creo que la clase media metió la pata. Hicimos otra vez un salto al vacío. Yo creo que había que transformar, pero se podía hacer con mayor consenso y gradualismo y ibas a tener plata para financiarlo.
-¿Hay posibilidades que este plan económico salga bien?
-Yo creo que no son cero las probabilidades de que salga bien. Al contrario. Honestamente, si logran estabilizar el ancla política, yo creo que suben muchísimo las probabilidades de que salga bien. Si tuvieras una sostenibilidad política donde dijeras lo voy a intentar hacer en un tiempo más largo, tenés fondos que con soporte político los podes volver a meter en discusión, sea el impuesto a las Ganancias, el blanqueo, este proyecto de inversiones especiales mayores a 200 millones. Muchos elementos que pueden combinarse con lo que la naturaleza le va a dar, esos 20.000 millones de dólares este año y tal vez los mismos 20.000 millones de dólares el año que viene y una gradual conversión de la Argentina en un país exportador de petróleo y gas. Entonces, si tuvieran tranquilidad política podrían no estar tan lejos de que esto les funcione.
-¿Sería una Argentina más capitalista, similar a algunos países vecinos?
-A la que estamos yendo es más salvaje que la de los vecinos. El escenario que yo creo que sería más interesante, más que el modelo de Ecuador, es el modelo de Perú: aceptaste convivir con dos monedas, lograste reducir la inflación creíblemente. Acá lo que pasa es que te mandaste a hacer esta recesión…que vamos a ver qué huellas deja en este Gobierno.
- Texto: I. Fidanza y L. Glezer (LAPOLITICAONLINE.COM)
- Foto: LPOCasas