julio 24, 2017
Mercosur baja el tono en su presión a Nicolás Maduro por la Constituyente
El documento final evita el tono duro de las declaraciones previas de los cancilleres Sigue leyendo
Foto de familia de los presidentes de Mercosur y las delegaciones diplomáticas invitadas.
Las exigencias del discurso han lavado una declaración contra Venezuela que prometía ser una de las más duras jamás acordadas por Mercosur. Los cancilleres adelantaron que habría un pedido expreso a Nicolás Maduro para que suspenda la elección de una Constituyente, prevista para el 30 de julio, pero el texto final evitó cualquier mención al proceso y se perdió en generalidades. El tema Venezuela ocupó buena parte de la reunión que el viernes mantuvieron en Mendoza los presidentes de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Pero al final de la jornada, Caracas se alzó con un triunfo inesperado.
“Los Estados Partes del Mercosur y los Estados Asociados de Chile, Colombia y Guyana, así como México (…) exhortan al Gobierno y a la oposición a no llevar a cabo ninguna iniciativa que pueda dividir aún más a la sociedad venezolana o agravar conflictos institucionales”, dice la declaración final sobre Venezuela. Esa ha sido la mención más cercana a la Constituyente, aunque la cita puso a la oposición en pie de igualdad con el Gobierno. En otro apartado, Mercosur instó “al restablecimiento del orden constitucional”, dando por entendido que ese orden no existe. Pero nada más que eso.
El texto fue inesperado por lo descafeinado. Sobre todo porque en la previa, Argentina y Brasil habían anticipado que habría una condena firma a la situación en Venezuela, con menciones a una ruptura democrática y críticas directas al proceso constituyente que impulsa Maduro. El presidente de Brasil, Michel Temer, desde ayer a cargo de la presidencia pro tempore de Mercosur, dijo en su discurso ante sus pares que el bloque estaba dispuesto a “unir la voz con aquella de nuestros vecinos [la de los venezolanos] que reclaman la vuelta a la democracia”. Adelantó incluso que los cancilleres “reconocieron formalmente una ruptura del orden democrático en Venezuela”. “Nuestro mensaje es claro: en nuestra región conquistamos la democracia con gran sacrificio, y no permitiremos retrocesos”, dijo Temer.
Argentina también fue duro con Venezuela, en línea con el discurso que el presidente Mauricio Macri impuso a su cancillería cuando llegó al poder hace 19 meses. “Desde el Mercosur reiteramos el llamado a la paz, a la libertad de los presos políticos y a la implementación de un calendario electoral”, dijo el viernes en su despedida de la presidencia del bloque. Horas antes, su vicecanciller, Guillermo Raimundi, adelantó que en la declaración final habría un pedido para que “Venezuela se abstenga de convocar a la elección de una Constituyente porque es un paso en la dirección no deseada. Y el flamante canciller Jorge Faurie no dejó espacio para la duda: «La democracia en Venezuela no está funcionando. Todo está alterado. Está alterado el proceso eleccionario, está alterado el funcionamiento de la Asamblea Nacional, el del Supremo Tribunal, es decir que las instituciones no están funcionando. Y eso define que no hay democracia. Entonces no le demos tantas vueltas”, dijo.
¿Qué sucedió entonces en la declaración final? Se sabe que los documentos finales deben satisfacer las demandas de los estados miembros. Desde que Macri y Temer coinciden en el Gobierno se unieron en la condena a Maduro. Paraguay lo tuvo claro antes, pero sin el apoyo Argentina y Brasil, lo dos “grandes” del bloque, poco pudo hacer. En un delicado equilibrio entre las exigencias de los socios y las demandas políticas internas quedó Uruguay. El izquierdista Frente Amplio del presidente Tabaré Vázquez nunca fue proclive a sanciones explícitas contra Caracas. Vázquez, de hecho, fue cuidadoso con sus palabras. En el arribo a Mendoza, el jueves por la noche, aclaró que su país respetaba “el derecho a la libre determinación de los pueblos y a la no injerencia de terceros países en cuestiones internas”. En ese momento sobrevoló la posibilidad de que Uruguay no estuviese de acuerdo con la dureza discursiva que desplegaron argentinos y brasileños. El secretario de Asuntos Estratégicos de Argentina, Fulvio Pompeo, admitió que su país hubiese preferido “un pronunciamiento mucho más duro sobre Venezuela”.
Los presidentes del Mercosur no se reunían desde hace 18 meses. La última vez que lo hicieron, en Paraguay, Macri llevaba días en el gobierno, Temer aún era el vicepresidente de Dilma Rousseff y Venezuela participaba de las discusiones del bloque como miembro pleno. Mucho ha cambiado desde entonces. Macri encontró en Temer un apoyo sin fisuras a la línea dura que impulsa contra Venezuela, al tiempo que, hace seis meses, Mercosur suspendió a Caracas como miembro pleno por sus retrasos en adecuar su legislación a las exigencias del bloque. Todo indicaba que estaban dadas las condiciones para una dura condena contra Venezuela, pero no ha sido así.
En la rueda de prensa que cerró la cumbre, su par de Brasil, Aloysio Nunes, aclaró que el texto de la declaración sumó las firmas de todos los socios del bloque, además de Chile, México y Colombia. “En cuanto a la Constituyente hay una referencia a todos los procesos que puedan dividir a la sociedad y agravar los conflictos. Esa expresión alcanza a la Constituyente. ¿Qué es más positivo para la democracia en Venezuela? ¿Un comunicado en el que no todo se dice pero con la firma de todos los países o que no haya comunicado? Las frases están ahí y por eso firmé el documento”, dijo Nunes. «Los países de Mercosur no están para convertirse en un ángel castigador», agregó. Su par de Argentina, Faurie, aclaró que “las declaraciones con fruto de un consenso y ahí está la fuerza de lo que se puede decir. Cuando uno pide algo a alguien no es el mejor camino hacerlo como un ultimátum. No tomaremos ninguna medida que pueda afectar al pueblo venezolano. Lo que importa aquí es que Venezuela debe recuperar una democracia plena, hoy Venezuela no cumple con la democracia”. Los venezolanos deberán esperar.
- Texto: FEDERICO RIVAS MOLINA (EL PAIS)
- Foto: REUTERS