marzo 7, 2017

Kirchner califica de “tragicómica” una causa por corrupción en su contra

La expresidenta y sus hijos se presentan ante el juez que los investiga por presunto cohecho y lavado de dinero Sigue leyendo

Los seguidores de Kirchner llegaron a Retiro y se encontraron con un fuerte operativo de seguridad.

Poco más de media hora. Eso es lo que duró la visita de Cristina Fernández de Kirchner a los tribunales federales de Comodoro Py, un lugar que ya conoce de memoria si se tiene en cuenta que la exmandataria acumula cuatro causas en las que tiene un par de procesamientos. En este caso, presentó un escrito cargado de ironía y en el que pidió su sobreseimiento en el expediente que la investiga por supuesto cohecho y lavado de dinero por la causa Los Sauces, una empresa inmobiliaria familiar por la que también son investigados sus hijos, Máximo y Florencia, quienes declararon el lunes. “La persecución adquiere ribetes tragicómicos: se le asigna a mi hija, Florencia Kirchner, el carácter de miembro de una asociación ilícita constituida cuando ella contaba tan sólo con doce años de edad. Ni siquiera al actual Gobierno se le ocurriría, al menos todavía, reducir la edad de responsabilidad penal de los menores hasta ese insólito límite”, expresa.

Kirchner llegó y se retiró escoltada al edificio que una vez más fue protegido por decenas de gendarmes. El bajo perfil coincide con la estrategia que comenzó hace una semana, cuando pidió por Twitter a sus seguidores que no la acompañen y participen, en cambio, de la marcha que este martes convocan contra el macrismo las dos principales centrales obreras. Deberá verse las caras varias veces con Bonadio en 2017. Es que el juez federal la procesó en otra causa, la que investiga una operación de venta de dólares realizada por el Banco Central, y se ha convertido en el principal enemigo que la exmandataria tiene en la Justicia.

Entró a bordo de un auto blanco por un acceso lateral al edificio ubicado en Retiro y tras saludar brevemente a través de un vallado a cinco seguidoras, empleadas judiciales que habían logrado franquearse el acceso a ese sector restringido, estuvo en el juzgado sólo 20 minutos con su abogado, Carlos Beraldi. Allí presentó un escrito en el que asume ser “objeto de una persecución judicial y mediática” sin antecedentes con un “aparato de propaganda” sólo comparable al de “gobiernos totalitarios”. Además calificó de «descabellada» la acusación contra Los Sauces, sospechada de lavar dinero a través de alquileres simulados a empresarios amigos del poder.

“Los contratos de alquiler celebrados con Lázaro Báez, a los que se agregan los de Cristóbal López, pretenden ser calificados como un supuesto de lavado de dinero. Tal imputación resulta ridícula y contradictoria con todos los elementos de prueba ya incorporados a la causa. Se trata de contratos reales y genuinos, sobre inmuebles cuya existencia fue constatada a través de reiterados allanamientos, con inquilinos reales de carne y hueso, y en los que todos los movimientos económicos se realizan por el circuito bancario. No existe en la causa, aunque pretendan ocultarlo, un solo pago que se efectuara por estos contratos que hubiese ingresado sin su correspondiente factura”, asevera Kirchner en el texto.

En su descargo se refiere con dureza al presidente Mauricio Macri, de quien destaca “el escándalo protagonizado en el discurso que pronunciara con motivo de la apertura de sesiones ordinarias (del Congreso), cuando amenazó veladamente a un dirigente sindical que recibía custodia por orden judicial». «Es el testimonio más evidente de los momentos que está viviendo el país”, dijo. La referencia es para el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, uno de los que encabezan la huelga docente de 48 horas en reclamo de la apertura de la paritaria nacional. “Se puede cuidar solo”, dijo Macri acerca de las amenazas que recibió el sindicalista vía correo electrónico. La otra apuntada por la exmandataria fue la diputada Margarita Stolbizer –amicus curiae en la causa-: “La única actividad que se le conoce es la de ser denunciante crónica en contra de mi persona y de mis hijos”.

Justamente, fueron sus hijos los que le vieron la cara a Bonadio el pasado lunes para presentar sus descargos por escrito. Primero fue el turno de Florencia Kirchner. “La única y verdadera causa por la cual se me llama a prestar declaración indagatoria es por ser la hija de Néstor y Cristina Kirchner”, escribió Florencia. Máximo, por su parte, desmintió que la empresa familiar haya sido un “enjambre societario” y mantuvo el mismo tono político de su madre al declarar que, en todo caso, ese nombre correspondía a las «50 off shore” del “presidente Macri”, descubiertas en los Panamá Papers.

  • Texto: RAMIRO BARREIRO (EL PAIS)
  • Foto: EFE
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