Macello Lachi: «Santi Peña no es un líder político, es un administrador»

Marcello Lachi es uno de los analistas más respetados y consultados de Paraguay. Nació en Italia pero vive hace mucho tiempo en el país donde está terminado su doctorado en Ciencias Políticas y sus libros sobre el Partido Colorado son demandados por el universo académico. Uno de ellos es «Clientelismo en Paraguay: ¿Estrategia de supervivencia o forma de entender la politica?», donde se sumerge en la entrañas del sistema político paraguayo.

En su casa del barrio Las Carmelitas, recibió a LPO para analizar lo que dejó el resultado de las elecciones presidenciales. Para el analista, la victoria de Santiago Peña no fue una sorpresa porque asegura que el Partido Colorado tiene el 50 por ciento de la población afiliada y sigue siendo hegemónico. «Lo llamativo fue la cantidad de votos de Payo que fue un castigo a Efraín Alegre», afirmó.

El académico calificó a Alegre como un candidato «sin carisma» y definió la situación de la oposición como «tierra arrasada». Además, remarca que los paraguayos «sepultaron» a Lugo como alternativa política y señaló que «la izquierda volvió a su histórico 2 por ciento».

En ese marco, plantea que lo interesante de los próximos años estará en la interna colorada entre el cartismo y Fuerza Republicana, aunque aclara que no cree posible que Peña piense en romper con Cartes. «La denuncia de Estados Unidos reafirmó el nacionalismo de los colorados», enfatizó.

-¿Le sorprendió el resultado?

Para nada, era previsible ante la débil candidatura de Efraín.

-¿La diferencia era previsible también?

No. El sistema político paraguayo se estructura sobre dos partidos tradicionales. La ANR (Partido Colorado) que tiene el 50 por ciento de la población afiliada, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) el 25 por ciento de afiliados, 5 por ciento de otros partidos y el 20 por ciento son independientes. Cuando tenes un partido con 50 por ciento de afiliados sos hegemónico y ganas las elecciones, algo que ocurrió siempre hasta ahora menos en la elección de 2008 que ganó Fernando Lugo donde había división colorada con un tercer candidato, Lino Oviedo, y al mismo tiempo Lugo era de familia colorada.

En todas las elecciones se da una disputa de colorados contra una alianza de partidos en el cual la ANR parte como ganadora 6 o 7 puntos arriba. La alianza debe ser sólida con propuestas que generen entusiasmo y un candidato con carisma. Eso pasó con Lugo en 2008 y con Mario Ferreiro cuando ganó la intendencia de Asunción en 2015 y destronó al Partido Colorado. Hubo otros casos en Encarnación y Ciudad del Este.

Efraín no es nada de eso, no tiene carisma, sin discurso, no tiene propuestas, se define de centroizquierda pero después sus políticas son de centroderecha. No tenía nada para ganar pero se esperaba un resultado 46-42 mas o menos. Lo que sorprende es la elección o el «triunfo» de «Payo» Cubas que no estaba en condiciones de ganar porque para eso debería haber absorbido al Partido Liberal y sus votos.

Efraín no tiene carisma, ni discurso, ni propuestas. Se define de centroizquierda pero después sus políticas son de centroderecha. No tenía nada para ganar.

Prácticamente no hizo campaña, trabajó mucho en redes sociales y las encuestas, que son para desconfiar, daban un crecimiento. Lo cierto es que viendo que los colorados tuvieron algunos pocos votos menos que la elección pasada y ellos nunca superan el 47 por ciento, los votos de Cubas fueron todos de la Concertación y, lo más probable es que sean de protesta contra Efraín y esta candidatura que quiso forzar y no tenía sentido. Yo dije hace un mes que el único estorbo que tiene la oposición es Efraín Alegre.

-¿Cómo cree que se reordenará la oposición después de este golpe?

En este momento es como ver lo que hay después de un tsunami. Es tierra arrasada. En la izquierda, a Lugo los electores lo han sepultado. Se sabe que está mal, casi no hizo campaña y perdió en preferencia con Esperanza Martínez. La elección pasada sacó 10 por ciento que no eran del Frente Guasú sino de Lugo, y se nota ahora que vuelve a su número histórico de 2 por ciento. Los únicos logros de la izquierda han sido Johanna Ortega que fue electa diputada de Asunción y tiene 35 años, está preparada y es interesante. Habrá que ver si logra articular a todos los grupitos y entienden que el sistema de preferencia impone la unidad.

Los liberales tuvieron la inteligencia con Blas Llano cuando eligió aliarse a Lugo en lugar de imponer candidatos. O renuevan candidatos o mueren, Efraín está muerto, no sé como va a sobrevivir, Blas ni fue candidato y pareciera que se va a jubilar. Tal vez Salyn Buzarquis, que tuvo una buena elección pero no más. Son gente que ya hacían oposición a Alfredo Stroessner, tienen que buscar liderazgos jóvenes, debe haber alguno de 35 años, son el 25 por ciento de la población.

A Lugo los electores lo han sepultado. Se sabe que está mal, casi no hizo campaña y perdió en preferencia con Esperanza Martínez. La elección pasada sacó 10 por ciento que no eran del Frente Guasú sino de Lugo, y se nota ahora que vuelve a su número histórico de 2 por ciento

-¿Kattya González puede destacarse como senadora?

Es un Payo Cubas que no puede llegar. Es mucho griterío y populismo, si le dan un ministerio no sabe como arrancar. Es alguien para hacer ruido y quilombo, nada más. Puede estar 20 años como senadora o diputada, no la veo candidata a presidente.

-¿Y Soledad Nuñez?

Pobre, va a ser arrastrada por esta derrota. La elección pasada Efraín le echó la culpa de la derrota a su vice del Frente Guasú, Leo Rubin, porque espantaba votos. Ahora culpará a ella. Yo creo que la mitad de los votos liberales votaron a Payo.

-¿Cómo imagina la relación de Santiago Peña con Horacio Cartes?

No creo que haya un problema ahí, el problema puede estar con Fuerza Republicana, la otra rama de los colorados que se enfrenta a Honor Colorado de Cartes. En este momento hay una división neta, ahora fueron todos unidos pero eso ya no importa. Aquí hay dos interpretaciones: Cartes quiere un partido jerárquico con el como líder y que mantenga un diseño político preciso donde todos sigan al líder. La otra pata, Fuerza Republicana de Mario Abdo Benítez, que yo la llamo neo-tradicionalista en relación a lo que se opusieron a Stroessner. Ellos quieren un partido horizontal con liderazgo locales, clientelar, a los que le correspondan cuotas de poder. Esa ha sido la disputa en los últimos diez años, Cartes cree en lo jerárquico pero la mitad de los colorados piensa otra cosa. Ahora hay que ver, de los 49 diputados y los 23 senadores, como se posicionan cada uno.

Cartes quiere un partido jerárquico con el como líder y que mantenga un diseño político preciso donde todos sigan al líder. La otra pata, Fuerza Republicana de Mario Abdo Benítez, que yo la llamo neo-tradicionalista en relación a lo que se opusieron a Stroessner. Ellos quieren un partido horizontal con liderazgo locales, clientelar, a los que le correspondan cuotas de poder

En lo que respecta a Santi y Cartes, él le debe mucho a Cartes. No digo que es su empleado pero casi, el respeta el liderazgo de Cartes, habrá que ver ahora con más poder siendo Presidente pero no veo que haya ruptura porque el no es un líder político, es un administrador. Cartes es un líder político, Santi nace como ministro de Hacienda y es candidato por su fidelidad a Cartes.

Entonces, Cartes dictará la línea como líder que es y Santi tendrá su voz y criticará, pero pensar una ruptura creo que es imposible. Lo que es llamativo es que Cartes haya podido liderar un partido monolítico durante diez años, y desde la oposición..y va camino a cumplir 15. Eso pasó una soa vez en 30 años de democracia.

-¿La idea de un poder que no se centraliza en el Presidente no lo puede condicionar?

Lo único bueno que tiene el cartismo es que son claros en la línea. Son neoliberales modelo Pinochet chileno. Peña en ese sentido es la persona más apta para seguir ese proyecto. Tienen la misma visión, puede tener resistencia, claro. No veo divisiones, veo una mirada unitaria. Es mucho más probable que Cartes le entregue el poder a él y se retire, como un rey que le da el poder a su príncipe heredero.

-¿Cree que Cartes piensa en el retiro más que en el poder?

Cartes tiene garantizada su situación judicial y su protección frente a la extradición.

-¿Qué piensa de la denuncia de Estados Unidos?

Es muy forzada. Se sabe que Cartes es contrabandista, su ingreso es del contrabando. Su red de contrabando tiene nexo con organizaciones criminales..y sí..¿quién hace contrabando? ¿Las monjas? No, la hacen organizaciones criminales, es probable la conexión. De ahí a pensar que es alguien estructural a un sistema criminal, no lo veo.

Estados Unidos tiene terror a que se convierta en una Sicilia de los años 60, controlada por organizaciones criminales y no por el Estado. Por eso en los últimos 5 años han armado un sistema de justicia especializado en crimen organizado, la ley que prevé la quita de bienes, presionaron para que el Fiscal General sea independiente y consiguieron una ley contra el lavado dinero. No quieren una isla de la tortura en su patio trasero. Las acusaciones contra Cartes y Hugo Velazquez (vice de Abdo) fueron en ese sentido. Quieren dar señales de luchas en serio.

Se sabe que Cartes es contrabandista, su ingreso es del contrabando. Su red de contrabando tiene nexo con organizaciones criminales..y sí..¿quién hace contrabando? ¿Las monjas? No, la hacen organizaciones criminales, es probable la conexión. De ahí a pensar que es alguien estructural a un sistema criminal, no lo veo.

Desde el punto de vista político es absurdo lo que hicieron. Velázquez era el único que podía ganarle a Peña y lo sacaron del medio en un momento estratégico. Después, atacan al presidente del Partido Colorado cuya gente es nacionalista, no lo debilitas ni influye en nada porque, además, es un partido clientelista como el peronismo. Quisieron dar un mensaje e incidir.

-¿Y qué hará Peña con esa agenda?

Van a buscar que se someta. El problema es que el Estado paraguayo no existe, institucionalmente no existe y por eso el crimen organizado puede hacer lo que quiere. Además, la política se sustenta con clientelismo y eso lo paga, o la corrupción o los narcotraficantes. Entonces, aceptarán esa agenda pero pensar que por esto de Cartes, Peña se volverá anti-norteamericano es ridículo, Paraguay no puede ser anti-norteamericano. El único cambio que puede haber en política internacional es el de China-Taiwan porque eso depende de los empresarios que están interesados en reconocer a China Continental. Dependerá directamente de ellos y de lo que China sea capaz de ofrecer.