El nuevo titular de la TV Pública, Leonardo Flores, renunció sorpresivamente y duró una semana en el cargo

El titular de la TV Pública, Leonardo Flores, renunció sorpresivamente este viernes y duró solo una semana en su nuevo cargo. Lo reemplaza Claudio Martínez, quien era subsecretario de Medios y Comunicación Pública del Gobierno nacional.

«Leo» Flores había asumido el viernes de la semana pasada como director ejecutivo de la TV Pública, en reemplazo de Eliseo Álvarez, en un acto en donde lo presentó la presidenta de Radio y Televisión Argentina (RTA), Rosario Lufrano.

En esa ocasión, Lufrano planteó que el objetivo de la actual gestión era la «reconstrucción de los medios públicos» y recuperar «el prestigio de la pantalla» del canal estatal. Además destacó la trayectoria de Flores, que tiene 30 años de experiencia en la Argentina y en el extranjero.

Flores era el gerente artístico de la TV Pública y había ingresado a principios de 2020, de la mano de Álvarez. Pero sectores ultra K le exigieron su renuncia durante toda la semana por su participación en un documental antichavista, por el que ganó un Emmy Awards en 2016, cuando era gerente de noticias en el Canal 41 de Miami.

Es que «Leo» Flores vivió varios años en Miami y fue gerente de Noticias del Canal 41 de esa ciudad, America Tevé, cuya línea editorial para la población hispana anticastrista estadounidense no pasó el filtro de los jóvenes camporistas que se referencian para estos temas en el ministro de Cultura, Tristán Bauer.

De hecho, el Emmy Awards que ganó Flores en 2016 por la investigación periodística “Petare: la tumba del chavismo”, es un alegato contra el gobierno de Nicolás Maduro y en favor de la oposición venezolana que en ese entonces encabezaban Henrique Capriles y Leopoldo López.

El camporismo pretendía que asumiera Martín Bonavetti, quien había ocupado la dirección ejecutiva de la TV Pública durante la gestión de Tristán Bauer en RTA, cuando era presidenta Cristina Kirchner. Pero el secretario de Medios y Comunicación Pública, Meritello, y Lufrano, lograron imponer la semana pasada a Leo Flores como director ejecutivo del canal.

Sin embargo, la presión de sectores ultracristinistas creció públicamente durante toda la semana, con publicaciones en redes sociales de dirigentes como Alicia Castro y Artemio López, entre otros, así como notas periodísticas que cuestionaban «el pasado antichavista» de Flores, como la publicada en el portal Agencia Paco Urondo (APU).

Además, se decía que funcionarios del gobierno cubano habían llegado a cuestionar la designación de Flores, lo cual fue negado este jueves por fuentes oficiales, ante la consulta de Clarín.

Pero la presión resultó insostenible y Leo Flores tuvo que renunciar a la dirección ejecutiva de la TV Pública y retornar a la Gerencia Artística del canal estatal, donde está desde que asumió Lufrano. Y Meritello cedió a su mano derecha, Martínez, para que se haga cargo del canal. «Pusimos toda la carne en el asador», decían cerca de Meritello.

“Seguimos apostando fuertemente por los medios públicos y por esa razón tomamos la decisión de designar al mejor de nosotros para gestionar a la Televisión Pública”, sostuvo Meritello, en el acto de este viernes donde puso en funciones a Martínez, quien era su segundo hasta ahora.

Según difundió oficialmente la TV Pública, Claudio Martínez tiene «una extensa trayectoria como periodista y productor audiovisual. Trabajó en todos los canales de aire nacionales y en particular desarrolló, en la TV Pública a lo largo de 20 años, numerosos proyectos de calidad. Fue distinguido con el premio Konex de Platino al Mejor Productor Periodístico de la década (2007/2017). Ganó 15 premios Martín Fierro, 3 premios TATO y 14 Fund TV. Fue el Productor General de los Debates Presidenciales en 2015 y 2019″.

Fuentes del canal señalaron que Leo Flores no llegó a asumir formalmente su cargo, ya que la renuncia de Eliseo Álvarez como director ejecutivo era con fecha 30 de abril, así que «fue como si nunca hubiera asumido», se consolaban, ante la efímera gestión de Flores.

Desde que estalló el escándalo en la TV Pública, por el retiro de $11,4 millones en bolsos en efectivo, se fueron Guillermo Siaira, director de Administración y Finanzas; Diego Pascual, director de Personal; y Ernesto Molinero, gerente de Producción, que tenían contratos con la TV Pública y presentaron sus renuncias, a pedido de Lufrano.

Después de echar a esos funcionarios e intervenir las áreas implicadas, las autoridades les prohibieron el ingreso al canal a Alejandro de la Torre, subdirector de Administración y Finanzas; Ariel Berliner, subgerente de Producción; y Andrea Mendes Guimaraes, jefa de Contabilidad de la TV Pública.

Y después la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) echó al «auditor militante» de la TV Pública, Rolando Oreiro, en base a una investigación periodística de Clarín. Es que el auditor debía investigar el retiro ilegal de los $11,4 millones, pero había sido designado en forma irregular, ya que había tomado un retiro voluntario como auditor del INCAA, que terminó de cobrar pocos meses antes de asumir en RTA, y había falseado su declaración jurada para ingresar en RTA.

Con la renuncia de Leo Flores, ya son nueve altos directivos desplazados de la TV Pública en poco más de un mes. Una crisis que se profundizó y todavía no se sabe hasta dónde puede impactar.