«Estoy hablando con David León de Protección Civil y me está reportando que es un sismo fuerte, de 7.5 de magnitud, con su epicentro a 23 kilómetros al sur de Crucecita Oaxaca, por Santa María Huatulco», dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador en su cuenta de Twitter, según consignó Agencia Télam.
La gente en pánico, los niños llorando y la incertidumbre sobre si se podría volver a casa fueron escenas corrientes en las últimas horas en Oaxaca (sur de México), donde se ubicó el epicentro del sismo de magnitud 7,5, dijo a Sputnik la voluntaria de la Cruz Roja Nailea Rebeca Merodio.
«Las personas lloraban, estaban asustadas, no lo podían creer y todos estábamos desesperados por buscar un lugar más seguro (…) lo primero que pensé es que no quería morir y en mi familia», dijo a Sputnik Merodio, quien vive en Santa María Hualtuco, en Oxaca, desde hace cuatro meses.
Por su parte, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos emitió una alerta de tsunami para zonas costeras de México, Guatemala, Honduras y El Salvador ante la posible llegada de fuertes olas.
En la capital mexicana se reportaron algunos daños menores en edificios, ya resentidos por el terremoto de 7,1 grados de septiembre de 2017, que provocó unos 400 muertos y derribó decenas de inmuebles.
El temblor de este martes sacudió entre otros los estados de Oaxaca, Morelos, Guerrero, Veracruz, Chiapas, Estado de México y la capital.
DESPEDIDA EN MEDIO DEL TEMBLOR
Merodio contó que pese al pánico pudo salir de su apartamento y hallar refugio en un campo junto a otros habitantes de la zona.
«Yo estaba sola en mi apartamento, y empezó a temblar, a caerse los alimentos y los objetos, estuvo muy fuerte, empecé a entrar en pánico; afortunadamente logré abrir la puerta y salir; todos los vecinos salieron y nos pusimos en un campo, todas las niñas estaban llorando; las personas entraron en crisis nerviosa, fue muy duro, no ha dejado de temblar», agregó.
En medio de la huida, Merodio llamó a sus familiares para saber cómo se encontraban ante el temor de que fuera la última vez.
«Con la mayoría de mis familiares me comuniqué, hay quienes viven en edificios más altos y sintieron peor el temblor, realmente solo decimos un te amo por cualquier cosa, al parecer hay una alerta tsunami y yo estoy separada de todos mis familiares», agregó.
El movimiento telúrico causó dos muertos, dijo el gobernador de Oaxaca, y olas de tsunami pero de solo hasta un metro en algunas zonas como Acapulco.
Los sismos más mortíferos en fecha reciente ocurrieron el 7 y 19 de septiembre del 2017, cuando murieron 470 personas en todo el país, de ellos 228 fallecieron en la capital; y el temblor causó daños a viviendas y edificios cuya reconstrucción costará unos 2.000 millones de dólares.